La impugnación del testamento y sus dificultades
Muchos son los hijos, esposas o sucesores del testador que, una vez abierto el testamento, quedan sorprendidos y decepcionados de lo que ha hecho el causante de la herencia.
Herederos ajenos a la familia como el último cuidador, herederos de personas de otras familias (normalmente la última que ha tenido cuidado del testador antes de morir), o bien el heredero de uno de los hijos que ha resultado in extremis beneficiado por haber tenido más contacto y cuidado antes del fallecimiento del testador, son hechos que hacen preguntarse a uno si puede impugarse el testamento y que entre en juego el inmediatamente anterior.
En primer lugar, debe uno saber que por el hecho de haber hecho el testador muchos testamentos seguidos antes de morir (a veces hasta 15 testamentos en los dos últimos años), ello no significa que deba interpretarse que el testador tenía una mala salud mental o que fue presionado y coaccionado contra su voluntad. Hacer muchos testamentos no significa nada a ojos de nuestros Trbunales al no ser que se respalde con otras pruebas directas y rotundas que evidencien un vicio en el consentimiento que declararía nulo de pleno derecho a tal testamento.
Todos esos cambios de última hora, repentinos y que parecen decisiones tomadas bajo infuencia y que no toman en consideración una visión global y objetiva de la realidad entre el testador y todos sus sucesores, no significa la automática nulidad del testamento. El notario autorizante realiza un juicio de capacidad que es muy respetado por los Jueces y Tribunales. La jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo avala casi al 100% la decisión de un notario sobre la capacidad de testar de alguien, aún incluso en supuestos que existan antecedentes médicos de tener el testador patologías mentales (deterioros cognitivos leves).
Eso significa que una persona que cambie a última hora el testamento aún teniendo una enfermedad mental, es válido si al tiempo de firmarlo tenía lucidez y era conocedor de lo que estaba haciendo ya que el notario, avala y acredita que esa persona estaba capacitada para testar.
Es por ello que resulta muy dificil, prácticamente imposible, impugnar un testamento, todo dependerá de la valoración de las pruebas que se tengan para poderlo impugnar y demostrar al juez, que ese testamento estaba viciado y adolecía de un error que lo invalidaba.
La consecuencia directa de lograr exitosamente una impugnación de testamento, es que entraría en juego el inmediatamente anterior, pudiendo resultar más beneficiosos para el sucesor impugnante. En el caso de no existir otro testamento anterior, entonces se regiría la sucesión con orden a la Ley mediante un proceso de declaración de herederos abintestato.
En Soloherencias somos abogados expertos en herencias en barcelona y en todo el territorio nacional en impugnación de testamentos por herederos que han sido desheredados o privados de un mejor orden a suceder.